Desde el 1 de Abril de 1939, hasta este 1 de Abril del 2014, ha
quedado bajo la responsabilidad de la Universidad Nacional de Trujillo un
fabuloso patrimonio arqueológico cultural, consistente en variadas especies,
pertenecientes a diferentes culturas asentadas en la Costa Norte del Perú,
como: Textiles, metales, cerámica, esculturas en piedra y madera, restos
líticos, óseos, etc., con un contenido histórico de más de 12,000 años.
Vale decir que de este patrimonio, sólo se expone el 10%; el 90%
restante, gracias a la voluntad de trabajo del personal y el apoyo de algunos amigos del Museo,
hacemos todo lo posible para mantenerlo en buen estado de conservación, con la
esperanza de que vendrán tiempos de mayor sensibilidad para la protección
óptima de este patrimonio, recolectado en sus inicios por Don José Eulogio Garrido Espinoza y Don Max Díaz ,
en estos últimos años, incrementada con magníficas piezas, gracias a la donación
de admirables ciudadanos trujillanos, amantes del arte y la cultura, que han
depositado su confianza en el Museo, haciéndonos entrega de su patrimonio arqueológico.
Deseo compartir un recuerdo trivial que tengo desde que fuimos
desalojados salvajemente de la casona ubicada en el Jirón Bolívar un 25 de
marzo de 1985 por incumplimiento de pago de alquiler del local; la autoridad de
ese entonces, me convocó por unos minutos a su oficina expresándome su sentir con
estas palabras: “Vergara, ya no haga problemas, consígase un huequito y entierre
sus huaquitos”, aproveché al instante para contestarle: “Señor X, este museo es
un rico patrimonio que por cierto se está convirtiendo en una onerosa carga
para usted…….déjeme trabajar con libertad sin molestar un centavo de la
institución”, replicándome en forma inmediata: “ haga usted, lo que crea
conveniente; tengo mi agenda apretada”,
al salir de su oficina no podía ocultar mis pensamientos como corolario de esta
fulminante reunión: “…no sólo su agenda está apretada…..también su cerebro y
espíritu por nuestra cultura”.
Desde entonces emprendimos con el personal de esa época y con los amigos
del museo, una titánica lucha para conservarlo y protegerlo, aunque, en honor a
la verdad, es necesario decir que hubieron momentos que pretendieron aplastarnos,
simplemente por intereses mezquinos, insanos y torpes.
Actualmente, sigue siendo insuficiente el presupuesto para educación
y cultura; sin embargo, continuamos proponiendo y desarrollando nuevos
proyectos de desarrollo para el Museo, por ejemplo, muy pronto - merece una
nota más amplia- estaremos inaugurando cuatro amplias salas, con una exposición
denominada: Novedades Arqueológicas del
Museo, en donde se estarán exhibiendo más de 300 piezas arqueológicas, cuyo
montaje museográfico ha sido posible concretizar con el apoyo de empresas y
amigos del museo. El público trujillano y nuestros visitantes nacionales y
extranjeros y muy especialmente nuestros estudiantes podrán disfrutar de una
bella e inolvidable exposición.
También, podemos asegurar un buen futuro para el Museo, su personal
profesional y técnico se encuentran altamente capacitados e inmensamente identificados en la protección de este patrimonio arqueológico
ante cualquier adversidad.
En otras partes del mundo el Museo es el hijo predilecto en casi
todas las políticas culturales, lo que ha hecho que se multipliquen e integren
a un proceso de espectacularización de la cultura.
Pienso, que en donde exista patrimonio cultural con sus diversas
modalidades, habrá vida y esperanza. Por ello, en algún momento, en la puerta
principal del Museo, colgaremos una tela
púrpura con la siguiente frase en letras doradas: “CULTURA ES VIDA Y
ESPERANZA”.
¡Felices 75 años Museo de Arqueología de la
Universidad Nacional de Trujillo!
Enrique Vergara Montero
Enrique Vergara Montero
Arqueólogo
Museo Arqueológico
Universidad Nacional de Trujillo
Perú
Museo Arqueológico
Universidad Nacional de Trujillo
Perú