Tenemos el gusto de reproducir el discurso presentado por Andrés Sánchez miembro
de la comunidad de Shismay, quien le dio voz a la Historia
de la Casa Hacienda Shismay, contada en primera persona.
Sea esta la oportunidad de agradecerle a la doctora Nancy Rolando y sus familia que son los que han contribuido a la puesta en valor de este bello espacio patrimonial.
"Me pusieron aquí, en esta colina
inclinada.
Me pusieron aquí, en medio de la nada.
Fui construida por hombres venidos de
muy lejos quienes escapando de la pobreza traían sus riquezas y sus técnicas
europeas. Ellos reforzaron con contrafuertes mis raíces para que así, perdurara
en el tiempo.
Levantaron mis muros de grandes
dimensiones, de pura piedra, y la coronaron con un hermoso tejado. Después de
siete meses quede hermosa, despertando cada mañana a mi cambiante paisaje.
Mis creadores los señores D’Arrieta
después de llenarme de tesoros sobre todo en mi capilla no me tuvieron por
mucho tiempo.
Ellos tuvieron que escoger entre un
huérfano de ojos azules y pelo rubio que dejaron los inmigrantes o yo. Ellos no
tenían hijos, se enamoraron del niño, y a mí me vendieron.
Entre cariños y olvidos pasé por
muchos dueños, hasta que en 1924 llego un niño, un niño de 12 años, un niño
huérfano y se enamoró de mí, me convertí en su primer cariño y luego en su
primer amor. Me quiso mucho, muchísimo, me engrió, me lleno de tesoros, de
esperanzas, de risas de niños.
Hasta que un día aciago sin razón lo
sacaron y no lo volví a ver jamás.
Mis nuevos dueños, los hombres de mi
pueblo por años me cuidaron y de colores me llenaron, aunque triste me mantuve
en pie. Pero un día llegaron grandes maquinarias que decían el progreso traer,
cortaron mis raíces, destruyeron mis cimientos y en cada invierno mis hueso se
mojaban y por mis paredes la humedad avanzaba, anciana y en ruinas veía el
fracaso venir.
Pero las luces se abrieron un
diciembre lejano ya, reconocí las voces, las risas de esos niños que días muy
lejanos solían bajo mi techo jugar, me llene de tanta alegría que lagrimas vertía,
hubiese querido escapar y de vergüenza la cara ocultar.
Su pena fue muy grande al verme y en
memoria de aquel niño que fue mi primer amor se propusieron devolverme la vida.
Los hombres de mi pueblo acudieron al
llamado y con empeño y duro trabajo me dejaron tan hermosa que pronto fui
galardonada y me concedieron el honor de ser un Monumento Histórico.
Ahora llena de tesoros, de amor, y de
sabiduría seré un museo para apoyar a todos los que vengan en busca de belleza
y de cultura.
Hoy yo, les doy la bienvenida".
No hay comentarios:
Publicar un comentario